
La reformada Ley de autónomos ha traído un buen número de novedades que afectan a la actividad diaria de los trabajadores por cuenta propia. Algunas de ellas entraron en vigor el pasado mes de octubre, mientras que otras lo han hecho el 1 de enero. Entre estas últimas se encuentra el aumento del 4% en la base mínima de cotización para los autónomos societarios, o aquellos con diez o más trabajadores a su cargo.
La nueva normativa desvincula la cotización del autónomo societario del Grupo 1 del Régimen General. Y, por extensión, del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para ligarla a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Una buena noticia para aquellos autónomos empresarios, que hace tiempo reclamaban una medida así. Sin embargo, como hoy por hoy no hay presupuestos aprobados para este año (se han prorrogado los de 2017), el autónomo societario no se verá beneficiado por el artículo 12 de la nueva ley, que es la que desvincula las cotizaciones del SMI.
Así que por segundo año consecutivo, este colectivo verá incrementada la base mínima de cotización. El año pasado aumentó un 8%, lo que suponía un incremento de 25 euros en la cuota mensual. Desde el pasado 1 de enero la subida es del 4%, que es la misma proporción en la que ha aumentado el SMI. Así, la base mínima de cotización pasa de los 1.152,90 euros a los 1.198,08. De manera que la cuota mensual -siempre para aquellos que coticen por esa base mínima- ha pasado de 343 euros a 357.