In Asesoría fiscal, Pymes

La morosidad en pymes es uno de los principales factores de cese de actividad debido, en parte, a su falta de recursos económicos para aguantar los impagos al tiempo que mantienen su actividad productiva o comercial.

¿Cómo evitar la morosidad en pymes y autonomos?

Veamos tres documentos cambiarios que pueden ayudar a reducir el riesgo en el cobro:

Cheque: Se trata de una orden de pago en función de un importe determinado a partir del momento que es firmado por el emisor.

Pagaré: En pocas palabras, constituye una una promesa de pago incondicional que contrae el firmante por una cantidad estipulada a una fecha concreta. Cuando una obra supone el pago de varios plazos, este es el recurso más recomendable.

Letra: Cuando un cliente tiene a su vez otros clientes que le deben dinero, puede usar ese crédito documentado para asegurar el pago de nuestras facturas.

Cabe señalar que la gestión de estas herramientas de gestión de cobro tienen un contexto administrativo y contable complejo en algunos casos, por lo que recomendamos contar con una asesoría fiscal para tramitarlos.

Cómo actuar ante un impago: consejos de nuestra asesoria fiscal

Si un cliente no parece dispuesto a pagar, antes de ponerlo en manos de la Justicia recomendamos agotar las vías amistosas. Por ejemplo, siempre está bien recurrir a un ultimátum a través de una llamada telefónica o enviar una carta de reclamación de la deuda.

En caso de que el cliente se niegue a pagar o no pueda hacerlo, no nos quedará otra que iniciar un procedimiento monitorio. Se trata de un recurso judicial establecido por la Ley de Enjuiciamiento Civil 1/2000 muy efectivo, que suele forzar la mayor parte de los cobros fuera de plazo.

Aunque la morosidad puede afectar a cualquier iniciativa, las pymes y autónomos son los colectivos más expuestos. Por ello, deben extremar las precauciones en este sentido.

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