In Asesoría Laboral

El permiso de paternidad para el cuidado de los hijos en casos de nacimiento, adopción o acogida pasó a durar un mes desde el 1 de enero. Se trata del primer paso hacia la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad, que previsiblemente culminará en 2018. Hasta el momento, los padres habían venido disfrutando de 15 días de descanso -13 días más 2 por el Estatuto de los Trabajadores- y desde el 1 de enero se amplió a 28 días.

Únicamente se pueden acoger a estas nuevas condiciones los padres de niños nacidos a partir de enero de 2017, por lo que no tienen carácter retroactivo. El permiso pertenece exclusivamente al padre trabajador, por lo que no podrá ser cedido a la madre en ningún caso, algo que sí ocurre con el permiso de maternidad. Además, se equiparan a 28 días los permisos de paternidad de cualquier tipo de familia, independientemente de su son numerosas o no o tienen miembros discapacitados entre ellos.

Sin embargo, cabe recalcar que el nuevo permiso de paternidad mantiene diferencias importantes si hablamos de funcionarios y empleados públicos y del sector privado. Los primeros se rigen por el Estado Básico del Empleado Público y no por el Estatuto de los Trabajadores, lo que conlleva diferencias importantes a la hora de acceder a tal permiso.

Así, mientras un trabajador del sector privado puede solicitar el permiso en cualquier momento de las 16 semanas siguientes al nacimiento, los funcionarios solamente pueden hacerlo a continuación del parto.

En caso de parto múltiple, también se registran diferencias entre los dos sectores (privado y público), ya que los trabajadores del sector privado tienen derecho a un permiso ampliado, algo que el Estatuto Básico del Empleado Público no contempla.  Por otro lado, tampoco regula la posibilidad de disfrutar del permiso con jornadas parciales, algo que sí tiene derecho a hacer el resto de trabajadores.

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