
Antes o después, la mayoría de autónomos y pymes solicitan algún tipo de financiación. Ya sea para pagar impuestos, para atender obligaciones con proveedores o simplemente para contar con suficiente liquidez, préstamos y créditos terminan por ser una solución. Pero para que no se conviertan en un problema a la larga, es necesario conocer a fondo los términos que rodean a esta operativa.
Términos que pymes y autónomos deben conocer
A la hora de estudiar una financiación, los profesionales de la asesoria fiscal conocemos la importancia de distinguir adecuadamente entre préstamo y crédito. Dos figuras que habitualmente se utilizan como sinónimos sin serlo.
Préstamo
Es una cantidad fija de dinero que una entidad financiera pone a disposición del prestatario. Este dinero, más los intereses correspondientes, se devuelve en plazos durante un periodo de tiempo determinado previamente.
Créditos
Son una opción más flexible. Se trata de una línea disponible hasta un montante máximo a la que la empresa recurre en función de sus necesidades. Puede desde no tocar un céntimo hasta agotarla en un momento dado. Son operaciones a más corto plazo que no superan, generalmente, los tres años vista.
Otros conceptos que manejamos en una asesoria fiscal
Avales
Requisito muy frecuentemente solicitado para acceder a la financiación y sobre el que se actúa en casos de impago. Pueden ser personales, ligados a bienes presentes o futuros, o reales, como inmuebles o vehículos, entre otros.
Cuadro de amortización
Muy útil para efectuar previsiones futuras, refleja el capital pendiente de devolución y los intereses que este genera en cada momento.
TIN y TAE
Dos términos que habitualmente se mezclan. El TIN es un interés pagado al principio del préstamo, mientras que la TAE expresa el porcentaje que se paga por la financiación.
Conociendo todos estos términos y con la ayuda de una asesoría laboral, el éxito de las pymes está mucho más cerca.